Los peques de la ikastola, niños de 2 años, encantados con la mesa de luz… Aprovechando la sorpresa que esto les provoca, consiguen aumentar la concentración ya que fomentan la creatividad y la experiencia.
Es un juego provocado y no dirigido, así que la motivación es otro factor con ellos como protagonistas.
Aquí algunos ejemplos del juego de la mesa de luz.